Su personaje de la Juani caló tanto que aún sigue saliendo en todas las conversaciones cuando se habla de Verónica Echegui (Madrid, 1983), pero hace tiempo que cambió de registro y se zafó hábilmente de él. Ahí está para demostrarlo en la interpretación de la explosiva y convulsa Rita, uno de los vértices del triangulo que junto a los actores Alex Brendemühl y Anna Alarcón, forma en la película L’Ofrena, de Ventura Durall, presentada en el Festival de Málaga dentro de la sección ZonaZine. Echegui responde a un guion que le exige fuertes giros emocionales y eso es un reto de los que disfruta.
¿Qué pretende contar esta película de pasados oscuros y pasiones desatadas?
Trata sobre el perdón, la culpa y la redención de esa culpa. Como un personaje de pasado truculento que se ha quedado encallado en una época de su vida por algo que hizo y trata de redimirse muchos años después. Empieza a desatar una tormenta en la vida de la otra mujer, que lo tenía sepultado, pero no sanado, por así decirlo, y yo soy como la X, el medio a través del cual se van a conectar entre ellos.
¿Es, por tanto, una historia emocionalmente muy compleja?
Sí, porque él y yo tenemos nuestra propia historia y yo también mi historia con mi padre. Es un poco tragedia griega con las referencias que quiso el director.
Y con psiquiatras
Y hay psiquiatras de por medio. Lo tenemos todo.
¿Por qué cree que este tipo de temáticas resultan tan atractivas al público?
Creo que apela a una parte que habita en todos nosotros, una frágil línea. No son temas que habitualmente tratemos, generan mucha reflexión y una misma se puede ver identificada con este comportamiento, con la oscuridad de los personajes y las decisiones que está tomando. A mí me llaman mucho la atención películas con una tensión psicológica que logran crear una atmósfera sórdida. No porque me guste lo sórdido, sino porque como vivo lejos de ello, siento cierta atracción por el misterio que genera.
¿Le atrae como actriz o como espectadora?
Como ambas. Me atrae porque intento entender cómo actúan ciertas personas, como el personaje de Alex, intentando ser objetiva. Es pensar, bueno, cómo te has complicado la vida, tío. En realidad, te la has complicado muchísimo. Me llama la atención que haya gente que se ha complicado tanto la vida, que la emplee en sufrir de esa manera.
¿Se ha sentido muchas veces en este registro?
Había algunos retos como el modo en que íbamos a rodar, mucho cámara en mano, seguimos lo que haya en este momento, voy a estar contigo toda esta escena… También era un reto entender ciertas cosas del personaje, hay una dependencia de los demás, sí, pero va más allá. Hay una desolación y una desesperación, que me interesó porque también sentí mucha empatía hacia ella. En el guion me enamoré del personaje, yo funcionó por tripas, visceral, si a mí algo me coge, ya me lo planteo seriamente. Y está el director que aporta la visión, pues sin visión no hay nada.
Verónica Echegui, en una escena de L’Ofrena
¿Desde la Juani hasta ahora cómo has cambiado como actriz?
Soy más segura. Al principio la Juani lo disfrute muchísimo pero tras ella sentí una presión que me la puse yo solita. Quería demostrar que puedo hacer más, que soy buena. Tenía más inseguridades sobre lo que pudieran pensar de mí. Ahora, no es que me dé igual, pero me lanzo sin problema al reto. Me apetecen los retos, antes pasaba mucho más miedo, pero ahora me siento más valiente, más tranquila, capaz.
¿Cómo se siente hacer una película en una época en la que había tanto contacto y ahora, tras la pandemia, se vive en el distanciamiento?
Yo todavía no me he adaptado a esta nueva relación. Todavía estoy allí. Me parece tristísimo que no nos podamos tocar, que veamos esto como algo raro. Y eso algo despertará en el espectador. Tocará algunas teclas.
¿Van a cambiar las películas?
Creo que sí, va a afectar en todo.
¿Para bien o para mal?
NI idea, creo que no hay bueno ni malo. Supongo quien quiera encontrar la parte luminosa, lo hará; y quien quiera centrarse en lo tenebroso y oscuro, tirará por ahí. Va a haber todo tipo de historias.
¿Cómo le ha afectado en el trabajo?
Estaba con una serie, que paramos y volví a casa. Vivo en el campo, así que disfruté de la naturaleza y eso que me llevé. Luego enseguida volvimos a trabajar y terminamos la serie en julio. Se llama 3 Caminos, es sobre el Camino de Santiago, para Amazon con una productora alemana.
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