Seis caminos trazan el mapa del arte contemporáneo
Asomarse al arte moderno se asemeja a meter la cabeza en un laberinto. Intentar explicarlo y darle forma puede parecerse más a meter la cabeza directamente en la boca del lobo. Pero Francisco Javier San Martín, Profesor de Teoría e Historia del Arte del siglo XX en la Universidad del País Vasco, se ha atrevido con ello elaborando una cartografía con las principales tendencias de este siglo. El volumen Guía para el Arte del Siglo XXI es el resultado de un seminario que fue organizado por la Fundación BilbaoArte. Ahora toma cuerpo en forma de libro editado por la misma Fundación.
El volumen es el resultado de un seminario que organizó la Fundación Bilbao Arte, que es ahora la editora del libro
El autor ha presentado el libro en Madrid en La Central del Museo Reina Sofía y ahí desgranó las líneas básicas de un texto de divulgación erudita para explicar lo que él llamó como “arte promiscuo”. Si a finales del siglo XX el arte tomó prestado el adjetivo mestizo, en el XXI parece haber dado un paso más y transcurre en diferentes direcciones que se mezclan sin un rumbo fijo. Y para Javier San Martín la cartografía del arte contemporáneo se puede trazar en seis caminos profusamente explicados e ilustrados en el libro a modo de manual de instrucciones. Ahí va su propuesta:
- Arte político y testimonial.Es el arte de los acontecimientos. Quizá el más conocido y marcado desde inicios de siglo por la perplejidad que causaron los atentados del 11-M y la reflexión sobre los sucesos que han marcado el acelerado proceso de globalización.
- Archivos y documentación.Los artistas no se plantean la creación de nuevos objetos, sino la reordenación de los que ya hay, de modo que se subvierten las ideas establecidas. Hasta el momento el arte se ha organizado al modo que han querido los triunfadores y ahora el artista se encarga de desorganizarlo y crear una visión nueva.
- Las nuevas formas de performance. En el siglo XX estaban los “ismos” y luego surgió el arte relacional. Ahora la performance vuelve con fuerza, aunque no como lo hizo en los años 60 y 70, en los que el artista era una especie de héroe en medio de una acción, sino con nuevos colaboradores en principio ajenos.
- Minimalismo. Nunca se ha ido realmente y ahora tampoco, aunque vuelva con nuevas formas como lo ha estado haciendo hasta convertirse en una suerte de ‘lengua franca’ del arte.
- La pervivencia del ready-made. Otra revisión, en este caso de un fenómeno centenario que sigue fascinando a los artistas por su capacidad de transformación del significado de los objetos y con la intervención de las nuevas formas de diseño.
- Arte sobre el arte. Se trata de una revisión crítica, una apropiación si se quiere de las viejas obras para redefinirlas o para usarlas como un elemento nuevo que arroja luz sobre la contemporaneidad.
Estos seis caminos son trazados en un libro que recoge a modo de epílogo un análisis de la “infraestructura del arte” a través de museos, ferias, galerías o de agentes como los comisarios, todo un entramado de intermediación al que el profesor San Martín cuestionó por su papel actual.
Durante la presentación del libro el autor también se refirió a los artistas que han marcado este inicio de siglo y, para lamento de las visiones románticas, consideró que los mejores suelen estar relacionados con los más populares. Así que citó a Jeff Koons o Damien Hirst, subrayando, eso sí, que no lo hace por lo que estos creadores han puesto en circulación en los últimos diez años. En cualquier caso, esa promiscuidad norte-sur, este-oeste o cualquier otra dirección posible en la que vive el arte, hace que autores asiáticos o afroamericanos vayan tomando relevancia. Y ese, en su opinión, parece ser el camino.
El autor cree que los artistas más importantes suelen coincidir con los más populares y exitosos, creadores como Jeff Koons o Damien Hirst
