Las secciones fuera a concurso del Festival de Málaga siguen sorprendiendo. En esta ocasión, ha sido un largometraje que se presenta en la sección oficial fuera de concurso y, precisamente porque su nombre no hace mucha justicia a todos los palos que toca, Abuelos ha sido una gran sorpresa. Su director, Santiago Requejo (Plasencia, 1985), que debuta en el mundo de los largometrajes con ella, realiza una inteligente crítica a las capas superficiales que maquillan la sociedad actual a través de la exclusión de los mayores en el mercado laboral y en la vida social, el vacío que se esconde tras los outfits de los millenials o los absurdos anglicismos que se utilizan en el lenguaje empresarial. Una suspicaz revisión a los valores que sustentan la era 2.0 en la que ya no hay cabida para lo verdaderamente importante. Una reivindicación del optimismo, las segundas oportunidades y el emprendimiento también para los mayores de 60. Con un reparto de lujo, encabezado por Carlos Iglesias, Ramón Barea, Roberto Álvarez, Mercedes Sampietro y Ana Fernández, Requejo consigue que el espectador disfrute y salga con una buena dosis de esperanza de esta aventura de tres abuelos que deciden emprender y montar una guardería contada con sutiles toques de humor.
Vivimos en una sociedad en la que la juventud parece ser un valor por sí mismo y tú en la película has querido poner del revés todo eso.
Queríamos centrarnos en esas personas que han pasado un poco desapercibidos en la crisis. Se ha hablado mucho de la gente joven que se ha tenido que ir de España, a pesar de que se diga que era la generación más preparada de la democracia española. Pero se ha hablado muy poquito de ese millón y medio de personas mayores de 50 años que eran expulsados del mercado laboral y no tenían posibilidad de reincorporarse. Ese drama es mayor porque tienen hipotecas que pagar, hijos que alimentar, facturas a las que seguir haciendo frente. Para estas personas el emprendimiento ha sido su única salida. En Madrid, en los últimos años han proliferado negocios de gente mayor de 50 años. Cuando preguntas por ahí qué es un emprendedor te dice que es un hombre o una mujer menor de 30 años, que está en un garaje intentando desarrollar un “Facebook”. ¿Pero por qué cuando hablamos de emprendedor se nos viene la cabeza alguien joven? La realidad es que estas personas se han visto obligadas a emprender y me parecía interesante contar una historia de emprendimiento senior y que encima no lo hicieran sobre algo tecnológico, sino sobre algo tan casero y cercano como una guardería. Aquí surge otro concepto de la película, que es que los abuelos son, a día de hoy, los que están haciendo la conciliación laboral y familiar posible. Queríamos hacer una historia ilusionante, positiva, cercana, que conecte con las realidades de la gente. ¿Cuánta gente joven no está tirada en el sofá sin hacer nada y personas con 72 años está apuntándose a cursos? Las personas mayores tienen que seguir aportando. El reparto de la película es una muestra de eso.
En el reparto, está claro que has contado con personas mayores, ¿en tu equipo técnico también?
Sí. Hemos combinado gente más joven, incluso más joven que yo, y otros con mucha experiencia. Al final suena un poco preparado, pero es el tema de la no discriminación por el tema de edad, ni positiva ni negativa. Es decir, qué habilidades tienes y sumar. Es verdad que esta gente tampoco es tan mayor, de hecho, hablo de abuelos, pero porque son abuelos laborales pero no porque sean abuelos de verdad. Hace años te imaginabas a gente de 60 años con una manta en el sofá y ahora los 60 o 65 años son los nuevos 40. Te quedan 30 años de vida, no son la tercera edad, que es a los 85. ¿Y qué pasa con todo es colectivo de los 50 a los 65 años? porque para las empresas son ancianos, pero aún les queda mucho.
De hecho, uno de los personaje tiene 60 años, no es tan mayor…
Claro, es que cuando hablamos de abuelo pensamos en un hombre mayor con el bastoncito, la boina, en el parque…y esto viene a ser otra cosa y es que la edad es una cuestión de actitud y que los abuelos ahora son jóvenes.
La película da buenas ideas de empredimiento …
Mucha gente se aprovecha de sus padres para cuidar a los niños y cuando uno de los personajes piensa en quiere emprender y en qué puede hacerlo pasa por un proceso de reflexión: en una tienda de chinos, un gimnasio u otra cosa. Y, de repente, viendo su vida, piensa en una guardería de abuelos para niños.
Los personajes cambian también sus vidas personales debido a este proceso de emprendimiento.
Sí. La película habla de los microemprendimientos personales. Esta aventura supone para ellos una posibilidad de comenzar algo nuevo a nivel personal. Ahí creo que esta la película, no tanto en la trama principal de intentar montar un negocio, sino en asumir ese riesgo en las relaciones personales. Un emprendedor es alguien que asume un riesgo, en el ámbito laboral asume uno económico, pero en las relaciones personales siempre lo hay también, cuando decido querer a una persona me expongo a que me deje. En España hay muchos más emprendedores de lo que pensamos.
¿Y cómo ha sido tu emprendimiento personal de hacer el primer largometraje?
Tenía muy claro desde pequeño que quería hacer cine, y hacía vídeos y cortos. Monté una productora muy prontito, me especialicé en vídeos virales con mucho éxito en Internet. Y, luego, hice cortos que me premiaron y eso te da también el apoyo de decir vamos a hacer un guion e intentar buscar la financiación. Ahora tengo 33 años y empecé con 30. He tenido mucha suerte y con los actores también, yo no pensaba en ellos en concreto. Creí que, en una primera película, proponérselo a ellos me iban a decir que no. Lo que hicimos es no poner cara a los personajes a la hora de escribir porque te puedes decepcionar. El personaje principal – que interpreta Carlos Iglesias – se llamaba Benito por mi abuelo. Pero, cuando pensé en Carlos Iglesias vimos que había que cambiar el nombre y pusimos Isidro. Tuvimos la suerte de que él y los otros actores dijeron que sí y fue la primera sensación de que estaba haciendo una película, porque me reuní con ellos para ver cómo eran y me parecieron encantadores. Me han ayudado muchísimo, son buenísimos actores y personas.
¿Cuánto duró el rodaje?
Cinco semanas.
¿Por qué no está seleccionada esta película a la sección oficial a concurso del Festival?
Hay un jurado, que es el que elige y hay algunas que van a concurso y otras que no. Yo estoy muy feliz de estar en el Festival, que es una oportunidad increíble de mostrarla al público, porque es un festival, además, muy de público. Esta película se ha hecho para el público desde el primer momento.
¿Cuándo se estrena?
Estamos viendo la fecha exacta, pero, probablemente, sea a principios de junio, pero todavía no está cerrado. Hay una cosa muy bonita y es que no solo hemos venido a enseñar la película, sino a hacerla realidad: hemos lanzado un premio para emprendedores de mayores de 50 años, cuyo único requisito es tener más de 50 años. Hay que grabarse un vídeo de máximo 3 minutos y cuentas qué quieres emprender. Vamos a hacer ahora una gira por toda España antes del estreno en el que proyectamos la película, grabamos a la gente para el concurso y, luego, hacemos un coloquio con ellos y vamos a dar 15.000 euros al primer premio, 10.000 euros, al segundo y 5.000 euros, al tercero. Y el día de la premier oficial de Abuelos en Madrid, vamos a dar los premios, serán los actores quienes los entreguen. Aquí en el Festival hemos estado grabando a emprendedores de Málaga. Para inscribirse hay que entrar en abueloslapelicula.es y, en la parte del premio, se pueden encontrar las bases. Queremos hacer esta película realidad, queremos hacer un movimiento, queremos que se ponga en valor lo que la gente mayor puede aportar, que es mucho.
En la película hay una ironía y un trato muy crítico al tecnolenguaje de las startups.
Un poco sí porque yo creo que nos estamos atontando un poco con la cultura Steve Jobs, vas a un foro de emprendimiento y te encuentras a personajes como el de Bruno. Y sí, es una crítica a todo esto. Si es que ya no hacemos llamadas telefónicas, hacemos call, no hacemos planes de negocio, hacemos business plan, etcétera. Que está bien, pero que, a veces, nos perdemos en esa tontuna.
Imagino que debe de ser difícil encontrar esos pequeños gags que le dan ese toque de humor a la película, sin llegar a ser una comedia desmesurada.
Hemos intentado hacer una película que sea muy verosímil, que sea muy real. Que el público la viera muy cercana y no irnos a una comedia histriónica de situaciones absurdas, por eso no es tan comedia, que podría haberlo sido. No es un drama, tampoco, ni una comedia, parte de una situación, más o menos dramática, y es una historia amable que te hace sonreír y que te toca el corazón, yo la defino como una “comedia emocional”, que creo que es lo que más le hace justicia. Pero es que los actores están muy bien, son buenísimos, ellos y ellas.
Fotograma de «Abuelos»
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Una canción: Tears in Heaven de Eric Clapton
Un lugar: San Sebastián
Un sueño: Que Abuelos llegue a muchas personas, que toque, que remueva y que inspire.
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