Rosalía está linda y rulin. Sí, un nuevo vocablo que ha traído a nuestro diccionario para quedarse. Significa: “estar ultra tranquilo, súper relajado y abierto a lo que venga. Nadie se estresa por nada”. Y así es como está ella, a pesar de que se encuentra en plena gira. Una muy loca, que la llevará a subirse a los escenarios de 40 ciudades de todo el mundo con 44 conciertos. Y a pesar de que esté siendo el blanco de una campaña mediática que está empeñada en hacer todo lo posible por echar abajo su talento, su trabajo y su duende.
Rosalía es rompedora, vanguardista, innovadora e infinitamente creativa por eso, a veces, y de primeras lo que hace choca, pero esa ha sido la esencia del arte a lo largo de la historia y lo que se debería esperar de los artistas, que expresen algo nuevo, diferente a lo que ya hay, que creen un universo único en el que poder sentir, experimentar, aprender, sentirse reflejado. Y también y, sobre todo, es pámpara (“estar bien y tener todo lo que se desea, tanto material como espiritualmente”), es decir, si eres cool contigo mismo, nadie te puede detener y eso lo sabe hacer muy bien Rosalía. Ahí está la clave de su éxito y el motivo que explica muy bien que en tan poco tiempo haya pasado de tocar en la calle a llenar el Palau Sant Jordi como se puede ver claramente en estas dos fotos.
Pero hay algo mucho más grande, poderoso y atractivo que hace que millones de personas en el mundo conecten con esta sata (“mujer graciosa, simpática y de gran personalidad») y es su enorme capacidad para conectar con las emociones. De ahí que en sus espectáculos sea posible verla repartiendo saoko (ritmo, sabrosura y buen movimiento de caderas) para todos y, minutos después, dejando correr una lágrima sobre su mejilla cantando a lo efímero de la fama en Sakura o dedicándole una de las canciones más tiernas a su sobrino desde un lugar sin ángel como es Los Ángeles.
Rosalía no solo ha creado un diccionario repleto de nuevos términos que ya conviven con nosotros, también un nuevo género musical que engloba a todos los demás y a ninguno, una actitud ante la vida que se recoge en una palabra: Motomami, que significa muchas cosas y, entre ellas, un show repleto de Flux Aeon, pimpeo, hentai y una gata con mucho saoko que ya ha recorrido 9 ciudades españolas, todas con la boca abierta ante el teteo que se marca la catalana con un impresionante grupo de baile en un singular show sin música en directo.
Imagen del concierto de Rosalía en el WiZink Center Madrid
Y sí, ella puede permitirse hacer un concierto sin músicos, cortarse las trenzas y desmaquillarse en mitad del escenario, poner un audio de WhatsApp en una canción, crear otra de un abecedario, llamar a otra con siglas ininteligibles y usar su voz como un instrumento de percusión más con términos que casi son imposibles de descifrar porque todo lo que hace lo hace con alma, algo expensivo hoy en día.
Una racineta también llena de humildad que no duda en poner a Dios antes que a nadie, declaración que pone de relevancia en varias de sus canciones, como en la de CUUUUuuute que elige para cerrar su espectáculo con un rotundo: “Que aquí el mejor artista es Dios”.
La familia, el amor, el sexo, la equivocación, el perdón… de todo habla la Rosalía y de todo con un don: su capacidad para naturalizarlo todo. Rosalía nos ha devuelto a nuestro ser, por eso conecta con adolescentes de 13, fans del reguetón, y señores de 60, amantes del jazz y la música clásica.
Imagen del concierto de Rosalía en el WiZink Center Madrid
A aquellos que siguen empeñados en tirar por el suelo su arte, les recomendaría que dejaran de intentar comprender y buscarle una lógica a todo, que apartaran el cerebro y la razón por un momento y se dejasen llevar por el corazón y los sentimientos. Porque hay veces, en las que lo único que podemos hacer es sentir y dejar de intentar comprender. Porque al ser humano, de tanto luchar para racionalizar y diferenciarse de los animales, se nos ha olvidado hacer algo que ellos saben muy bien y que también es nuestra esencia, aunque se nos olvide todo el rato: sentir y emocionarnos.
Larga vida al rulin y larga vida a Rosalía.
Imagen del concierto de Rosalía en el WiZink Center Madrid
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR