Muchos somos los que hemos crecido con figuras entrañables como aquel profesor idealista que todos quisimos tener, que escuchaba, que prestaba atención a lo que dolía, a lo que preocupaba, que aportaba esperanza en mitad de la confusión, que prestaba apoyo para despegar, que animaba a soñar; aquel médico de extraordinaria sensibilidad que hacía reír a niños enfermos, aquel hombre que se travestía para poder ver a sus hijos, aquel otro profesor chiflado que inventó al divertido Flubber o aquel marido que luchaba contra los demonios de la mente de su mujer, personajes cuyo equilibrio mental se encontraba haciendo malabares en el mismo precipicio que el del maravilloso actor que les dio vida. Hoy nos hemos despertado con la triste noticia de la muerte de Robin Williams, otra mente complicada que nos deja.
Con él aprendimos lo que era la poesía cuando ni siquiera imaginábamos lo necesaria que sería para sobrevivir. Hoy, sucumbidos en la desidia de la rutina veraniega, el descubrimiento lento de los sinsabores y la desquicia que nos rodea, tus palabras, tu sonrisa y tus personajes cobran aún más sentido. Benditas las mentes soñadoras como la tuya.
httpv://www.youtube.com/watch?v=IbX8SUMsquo
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