María Romanillos triunfa en el Festival de Cine Málaga y gana la Biznaga de Plata a la Mejor Interpretación Femenina de Reparto por su debut en «Las Consecuencias» de Claudia Pinto. Juana Acosta, Alfredo Castro, Carmen Elías, Ernesto Alterio y Sandra Almarcha acompañan a la prometedora actriz de solo 17 años en un drama familiar con destellos de thriller psicológico.
Romanillos es todavía dulce e inocente, pero también más madura de lo que parece. Se estrena en festivales por todo lo alto con Málaga y antes de comenzar la entrevista pregunta si todos los certámenes son igual de emocionantes. El encuentro tiene lugar en la azotea del hotel AC, el día antes de convertirse en ganadora de la Biznaga de Plata, pero ya todo lo vivido se le hacía un sueño. La actriz confiesa que todavía le cuesta creérselo. Primero fue «Las Consecuencias», a continuación, un papelillo en la exitosa «Antidisturbios» y, lo último, «Paraíso» y «Maricón Perdido».
Cinéfila y fan declarada de Pedro Almodóvar, María Romanillos no tiene prisa por volverse famosa, a pesar de tener medio camino ganado para conseguir hacerlo.
Antidisturbios, Paraíso, Maricón Perdido y Las consecuencias. Una se ha llevado el Feroz y las otras se han estrenado aquí en Malaga. Poca gente empieza tan bien ¿Cómo te sientes?
Estoy en una nube. No sé si me lo creo o no me lo creo. Es muy fuerte la verdad. Yo de pequeña pensaba: “Ay, quiero ser actriz”. Pero claro, entonces creía que solo era cuestión de ponerse delante de una cámara hacer el papel y ya está. No era consciente de todo lo que hay detrás. Es todo tan grande, involucra a tanta gente, que al final te impacta, impresiona. Además, no acaba ahí. Luego llegan las premieres, las entrevistas y los festivales como este y es todo tan emocionante que a veces ni te lo crees. Estoy muy agradecida y muy feliz.
«Tenía 15 años y cuando me dijeron que me habían cogido, y no me lo creí; pensaba que todo era una broma, que mi padre me estaba engañando para que me tomase mejor el rechazo»
¿Es la primera vez que vas a un festival?
Como invitada, sí. Pero en 2019 fui a Sitges con unos amigos del campamento de cine, y fue también increíble. Muy intenso, eso sí. Vimos 10 películas en dos días, somos todos fanáticos del cine, no especialmente del género de allí, pero la experiencia fue muy buena, nos lo pasamos muy bien.
Claro no tiene nada que ver con venir a Málaga, encima como invitada. El género de las películas es distinto, y el plan también. Yo no me esperaba nada, pero ahora estoy en mi salsa. Estoy conociendo a un montón de gente, y eso me encanta.
Además del paisaje, el clima, las entrevistas… Todo el mundo quiere hablar conmigo, y eso es algo nuevo, me gusta, aunque me falta práctica. Todavía no estoy acostumbrada.
Empezaste como la mayoría en cortometrajes, ¿cómo fue el salto al cine profesional?
«Las consecuencias» fue mi primer proyecto profesional para cine. Tenía 15 años y cuando me dijeron que me habían cogido, y no me lo creí; pensaba que todo era una broma, que mi padre me estaba engañando para que me tomase mejor el rechazo. Pero casting tras casting, todo se iba haciendo más real. Recordaba cuando en el colegio decía que quería ser actriz y la gente me miraba como si hubiera dicho que quería ser astronauta. Nadie te toma en serio, y de repente, ahora soy actriz. A los que no me creían, les digo: “Aquí estoy”. Es un sueño cumplido, y todo lo que ha venido después ya ni siquiera lo puedo describir.
¿Has notado alguna diferencia entre tu vida de antes y la de ahora?
En la vida personal sobre todo. Ya con la peli, mi familia y amigos me notaban más madura. Y solo tenía 15 años. Pero irte a una isla incomunicada, con actores, equipo, y tanta gente que no conoces para un tema serio como es el trabajo… Me hizo madurar muchísimo. Volví como una persona completamente diferente y solo habían pasado dos meses. Ahora que tengo 17 y encima he hecho más proyectos, con cada proyecto me ha pasado algo parecido, no tan radical, pero sí notable. Se madura y aprende muchísimo. Y luego mis amigos se emocionan hasta más que yo por todo lo que me pasa.
¿Te paran por la calle ya?
(Ante la pregunta, María ríe y fuerza una mueca triste como broma)
No, todavía no. Solo una chica, aquí en Málaga, me paró el otro día para hacerse una foto conmigo y fue como: “wow”. Pero no. Todavía no. También, «Paraíso» se acaba de estrenar, llevo una peluca marrón y casi no se me reconoce. «Las consecuencias» no se ha estrenado todavía, pero tampoco parezco yo, soy más niña y tengo el pelo oscuro. Todavía no, pero tampoco tengo prisa.
«Cuando llevas quince años queriendo ser actriz, y se hace realidad, no hay nada más bonito que creértelo y disfrutar de lo que estás haciendo»
¿Hay algún personaje al que le tengas más cariño de todos los que has interpretado ya?
Gabi, el personaje de esta peli. También porque fue mi primer papel. La amo. Además, es tan fuerte, tan valiente y tan admirable con todo lo que vive y la situación en la que se encuentra.
La interpretaste con 15 años, teniendo ella 14. ¿Te costó empatizar con el personaje?
Sí y no. Por un lado, su edad me hizo comprenderla y entender el momento por el que estaba pasando, pero por otro, su situación en casa es tan dura, que también se me hizo complicado ponerme en su lugar. Por eso la admiro tanto. Creo que Claudia Pinto ha hecho un trabajo increíble con la construcción de los personajes y por eso Gabi es tan increíble.
En esta película has trabajado con muchas estrellas: Juana Acosta, Alfredo Castro y Ernesto Alterio. ¿Qué te llevas de trabajar con ellos?
Creo que el haber aprendido a amar lo que hago, todavía más, pero también que puede ser muy duro. Nunca es fácil rodar, pero si encima el set es una isla llena de acantilados, a la que solo puede accederse en barco. A mí me encantó la experiencia, me encanta la aventura, pero hubo cosas difíciles, y creo que el secreto está en disfrutar de lo que haces. Este trabajo no es solo actuar, prepararte el papel y ya. Todo sigue, he aprendido a concentrarme mucho para meterme de lleno en el personaje, y creo que, sobre todo por Juana, he aprendido también a abrirme y a no dudar. Ella es muy abierta y decidida, y eso, quieras que no, te motiva a ser igual.
Hay ahora mismo un padecimiento bastante extendido, sobre todo entre mujeres exitosas, que es el síndrome del impostor. Sobre todo al principio, cuando se empieza, y como decías no te crees que estés allí, con tanta gente conocida ¿Te ha pasado algo parecido?
Pues ahora que lo dices, sí. Pero supongo que es normal. En “Tenía 15 años y cuando me dijeron que me habían cogido, y no me lo creí; pensaba que todo era una broma, que mi padre me estaba engañando para que me tomase mejor el rechazo «Las consecuencias» cuando me dicen que voy a rodar con Alfredo Castro, Juana Acosta, Ernesto Alterio, Sonia Almarcha y Carme Elías, yo me preguntaba: “¿Qué hago aquí?”. Pero luego lo piensas y cuando llevas quince años queriendo ser actriz, y se hace realidad, no hay nada más bonito que creértelo y disfrutar de lo que estás haciendo. Además, Claudia, la directora, desde el principio me ayudó mucho. Se nota que quiere a sus actores, y me ha ayudado a creerme que lo que hago es bueno.
¿Y qué me dices de Sorogoyen? Repites con él en el remake de “Historias para no dormir.
Pues no me lo esperaba. De repente me dijo: “Hay un papelillo, igual quieres hacerlo”. Y yo ni lo dudé. Un papelillo o salir de fondo, me da igual. Todo sea por trabajar con él.
¿Te llevas el personaje a casa o lo dejas en el set?
Me lo he llevado a casa. Es curioso, porque creo que siempre me llevo lo mejor de cada personaje a casa. De Gabi, me he llevado las partes que más me han gustado, y creo que es algo bonito. Ahora mismo tengo un popurrí de personajes en mi personalidad, y tampoco sé si es bueno (ríe).
Pero no voy a dejar hacerlo porque me parece maravilloso. Es interesante empezar con un papel nuevo y de un día para otro, tú misma, cambiar. Es un trabajo de introspección, y sobre todo te ayuda a comprenderlos mejor. También me ayuda a ver qué me gusta de mí y qué no. Teniendo la oportunidad de ser otra cosa, yo elijo con qué me quedo. Y a los personajes de alrededor, creo que es importante entender también por lo que pasan, al final, es un trabajo de todos, y hay que empatizar también con ellos.
Ahora, vamos a jugar a la lista de los deseos. ¿Hay algún actor o director con el que te gustaría trabajar?
(Finge aclararse la garganta, y mira hacia arriba como una niña inocente en forma de broma, dejando su sueño caer)
Pedro Almodóvar. Soy muy fan de su cine, es muy fuerte. Todo de él me gusta. La estética, su trabajo con los actores, sus personajes… Me encantaría hacer algo así. Creo que aprendería mucho. Aunque seguramente si pasa, al principio, tampoco me lo creería (vuelve a reír). Sería un regalazo.
Aunque tampoco me importaría ser dirigida por algún otro director, conocido o no. Creo que con todos se aprende algo nuevo, y cada proyecto es una oportunidad.
¿Qué consejo le darías a los actores a los que todavía no les ha llegado su oportunidad?
Que no se estresen. Eso es lo importante. Y que tampoco tiren la toalla. A la primera no siempre llega, y hay que currárselo mucho, pero luego vale la pena. Este es un mundo increíble lleno de personas increíbles. Merece la pena hacer todos los castings que puedas para llegar a él.
Una película: Dolor y Gloria Un libro: La elección de August Una canción: No se me ocurre, te digo mejor un grupo: Twenty One Pilots Un lugar: Málaga Un sueño: Seguir currando
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR