La historia de los hermanos Lehman es una epopeya americana; el sueño de unos inmigrantes por abrirse paso en el Nuevo Mundo hasta dominarlo. Hoy, el mero enunciado de Lehman Brothers se ha convertido en sinónimo de crisis y egoísmo. Son los malos de la película, el lado oscuro de un capitalismo que devora a sus propios hijos para alimentarse y seguir adelante. Fueron durante muchos años la cara A del sueño americano, pero ahora mismo son la B, una pesadilla a la que nadie quiere acercarse, aunque, el capitalismo es así, se vayan repitiendo los errores uno tras otro.
El eterno optimismo del dinero obnubila. Y la obra de teatro Lehman Trilogy es la historia de la familia, desde que llega a América hasta que su obra se ve arrasada. Desde la primera mitad del siglo XIX hasta 2008, el año en el que se alumbró la crisis que todavía está ahí.
Lehman Trilogy. Balada para sexteto en tres actos es una obra de Stefano Massini que en España ha sido adaptada por Sergi Peris-Mencheta. La obra se estrenó con gran éxito en 2018 y ha girado por España. Ahora, los Teatros del Canal de Madrid la recuperan y durante un mes (hasta el 21 de julio) seis actores se suben a la escena para representar durante casi tres horas un show total.
El optimismo y la lucha por salir adelante y enriquecerse de esta familia es el fiel reflejo de la historia del capitalismo en Estados Unidos. El espectáculo responde a eso mismo. Es sorprendente, ágil, feroz, excesivo, colorista, chillón… un muestrario de todo lo que ha sido la historia americana. Incluye comedia, drama, musical (con números en directo espectaculares), variedades, esperpento y escenas intimistas.
Seis actores encarnan diferentes papeles hasta superar entre ellos el centenar de personajes y lo hacen acompañados de los cambios de vestuario necesarios, un movimiento continuo de elementos escénicos y un juego de luces que va dando vida a las diferentes escenas. Lo que Lehman Trilogy pone en escena es una historia de vida, muerte, ambición, poder y dinero, mucho dinero.
Los actores encargados de poner en pie esta historia con una portentosa muestra de versatilidad son Litus Ruiz, Pepe Lorente, Aitor Beltrán, Víctor Clavijo, Darío Paso y Leo Rivero y aunque sería muy prolijo citar a cada uno hay que mencionar al menos al nutrido cuerpo técnico que acompaña a la endiablada puesta en escena.
La historia arranca con la primera llegada de un Lehman, judío alemán de Baviera, a Nueva York y su primer choque con los oficiales de inmigración, que le cambian el nombre y lo llaman Henry, que le dejan el apellido pero le recuerdan que no se pronuncia Lehman, sino Liman. Y a partir de ahí llegan otros dos Lehman (recordar que se pronuncia Liman, que esto no es Alemania, sino Manhattan).
Tres generaciones de Lehman se suben al escenario partiendo desde una pequeña y herrumbrosa tienda de telas hasta montar un gran banco de Wall Street. En su épica trayectoria siempre juegan con fuego, de hecho, un incendio es el motivo de la transformación de su negocio. Ven los cambios sociales con sorpresa, pero nunca se rinden y son los primeros en aprovecharse de ellos. Si las cosas van mal no pierden ni un minuto en llorar, sino que aprovechan siempre la situación, sea un incendio en una plantación algodonera del sur, la Guerra de Secesión, la época de los grandes monopolios, la I Guerra Mundial, el crack del 29, la II Guerra Mundial, los conflictos de Corea y Vietnam, la legada de las computadoras. El capitalismo siempre busca y encuentra una salida y que algunos de sus más insignes representantes se queden en el camino es una de sus señas de identidad.
La historia de los Lehman es también la historia de los judíos en Estados Unidos, cómo llegaron con sus tradiciones y cómo las perdieron, como se americanizaron hasta el punto de ignorar su origen alemán o ironizar sobre los judíos que llegaron después que ellos desde Europa huyendo de la pobreza primero y del nazismo después. Es la historia de cómo se adaptaron a las revoluciones sociales que trajo el new deal de Roosevelt o los años sesenta (impagable la figura de Bob Dylan en el escenario o el marketing aplicado al I have a dream de Luther King).
Todos iba bien, hasta que la gran banca Lehman Brothers, ya ajena a sus fundadores, se lió como todos los inversores con aquella historia de los derivados financieros imposibles, las hipotecas basura que vendieron en los mercados, cubiertas eso sí por seguros que también vendieron, una gran estafa que acabó con esa historia de 163 años. La banca Lehman Brothers sobrevivió al crack del 29 mientras otros se hundían, pero en 2008 le tocó el turno a ella. Lehman Brothers Trilogy es la historia de todos eso, un auge y caída que sirve para explicar muchas cosas de las que ocurren en 2019.
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