Limbo prosigue la búsqueda de la trilogía Nocilla del escritor Agustín Fernández Mallo.
El proyecto Nocilla fue presentado como una de las renovaciones de la literatura española. Tanto fue así que incluso se puso el nombre de Generación Nocilla a un grupo de escritores que supuestamente coincidían en edad e intereses literarios. De la citada generación no se ha vuelto a tener noticia, no como grupo al menos, pero de su ‘mentor’ Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967), sí.
Limbo es el último artefacto literario de Fernández Mallo, que sigue con su proyecto de crear un mundo conectado en red como forma de explicar la nueva visión de la realidad que ofrece Internet. No es, desde luego, el primer intento de narrar de forma fragmentaria la realidad, algo tan tradicional como un periódico ya lo hace e incluso escritores clásicos lo han ensayado, pero sí abre una investigación literaria que refleja las nuevas formas de explicar un entorno global y sin jerarquía definidas, las culturales incluidas.
Narra historias a priori ajenas entre sí, pero que tienen puntos de conexión que les hacen acercarse y distanciarse, incluso sorprendentemente fundirse. La búsqueda del «sonido del fin», la conexión entre una mujer secuestrada y una joven que ocupa el piso del suceso posteriormente en México DF, la insólita grabación de un disco en una casa de campo francesa o la relación final de peculiares noticias, algunas de las cuales tienen tangencialmente relación con las historias anteriores. Las anécdotas devienen en metáforas, los objetos modifican la percepción de los personajes sobre su propio entorno. Limbo es a veces una road-story en el que una pareja viaja por Estados Unidos con objetivos muy distintos y en otras una claustrofóbica historia que se abandona a los artificios de la narración, como el imposible viaje en una maleta por el metro de México DF, en el que el suspense y el miedo preside la relación entre secuestrador y secuestrada.
Felizmente fracasado aquel invento de marketing de la Generación Nocilla, Fernández Mallo recupera el vigor de la primera de las noveles de la trilogía que le dio nombre (Nocilla Dream) y que se difuminó en parte en sus dos compañeras siguientes (Nocilla Experience y Nocilla Lab) dentro de las dificultades que toda vanguardia tiene por desarrollarse sin renunciar a sus postulados.
Limbo está presidida por la enigmática e intuitiva declaración del físico Heisenberg de que hay que explicarse el mundo fijándose solamente en el estado inicial y final de las cosas, sin detenerse en lo que hay en medio. El prólogo, que narra parte de las reflexiones del físico, figura como el frontispicio de una narración en la que los detalles ganan protagonismo hasta hacer flotar todos los hechos que suceden, que se escapan de la solidez que al final sólo es una apariencia. Uno de los personajes lo deja bien claro: «La gravedad es una mentira colosal, la mentira cósmica que mantiene unidas las cosas».
Nota a a pie de post: Limbo es también un libro con su propia banda sonora bajo el influjo del grupo The Magnetic Fields, además de incluir una divertida comparación entre música clásica y rock.
https://www.youtube.com/watch?v=z2EQxrGU7Yc
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR