José Andrés López (Málaga, 1991), con su compañía Viviseccionados, vuelve a Málaga con Pax Tecum, la segunda obra de su joven carrera, en la que ya se pueden contar algunos reconocimientos, entre los que destacan el 2º premio Jóvenes Creadores de Madrid y su participación en certámenes de la talla del Festival de Almagro, Olite, Couraints d´Airs, Imparables o Russafa Escénica. Esta tarde vuelve a su tierra, Málaga, concretamente al Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga, para hablar de la humillación con Pax Tecum. Previamente, nosotros hemos tenido la oportunidad de hablar con él, autor del texto, director y uno de los protagonistas de la obra, en la que también participa Paloma García-Consuegra.
El otro día entrevistamos a Juan Mayorga y decía que el teatro debe compartir preguntas, ¿qué pregunta lanza Pax Tecum?
No sé que pregunta concreta podría surgir de la obra. Quizás a alguien le surgen muchas o ninguna. Cuando comencé la obra me preguntaba si merece la pena conocer personas e intimar con ellas. Creo que más que la respuesta, me interesa entender el proceso hasta replantearme eso.
También decía Juan Mayorga que el teatro debe crear experiencia poética, ¿lo compartes? ¿crees que con tu obra lo consigues?
Lo comparto. Recordamos aquellas cosas que nos emocionaron y que nos hirieron. Ojalá me esté acercando.
¿Por qué el tema de la humillación?
Fue lo que más me sobraba en ese momento. Había sentimientos que no quería compartir o que, incluso haciéndolo, se mantenían dentro. Si trabajaba con ellos me acabaría cansando y consiguiendo algún tipo de inmunidad.
¿Cómo se germinó esta obra?
Comenzaron a partir de unos textos que escribí para el único profesor y artista del que aprendí en la escuela de teatro, José Luis Raymond. Le dije a Paloma García-Consuegra que los leyese conmigo y ambos nos gustamos. Empezamos a conocernos y a ensayar juntos. Si funcionaba lo primero funcionaría lo segundo.
¿Cómo se germinan en general tus textos?
Me obsesiono con algo: un sentimiento, una o varias personas… Cuando quiero darme cuenta, llevo noches y noches escribiendo sobre lo mismo. Una vez escrita la primera versión del texto me junto con otros artistas para cerrarlo en los ensayos, ya que en ellos surge un material al que no puedo acceder yo solo.
¿Por qué ese título?
Es un saludo que se utiliza en ritos sagrados. “Que la paz sea contigo”. Según qué momento le deseo a alguien que encuentre la paz en su vida o que se muera. Cada vez que hago esta función me vuelvo a preguntar qué le deseo realmente.
Esta obra la llevasteis a Bruselas, ¿cómo fue la experiencia?
Maravillosa. Nunca había actuado con sobretítulos frente a personas que no comparten tu mismo lenguaje. Y me sentí más comprendido incluso que aquí. Recuerdo que una chica me cogió la mano, se la llevó a su garganta y me dijo: tu obra me ha dolido aquí.
¿En qué proyectos anda ahora la compañía?
Hace unos meses estrenamos 4’2, una pieza sobre la familia y la educación. Esperamos llevarla a mas ciudades además de Madrid y Valencia. Y Fauces, el próximo estreno de la compañía, que trata sobre la admiración. Rocé la ceguera y ahora quiero vengarme un poco.
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