Jay-Jay Johanson visitó la semana pasada Málaga para dar un intimista y embriagador concierto en el Teatro Cervantes, dentro del ciclo Alternativos, donde hizo un repaso por la música de sus más de 20 años de carrera, y en el que pudimos escuchar sutiles temas de su último disco, Opium. SidesOut tuvo la oportunidad de hablar con él y descubrir que detrás de sus melancólicas e intimistas canciones se esconde un tipo extrovertido, divertido, muy sincero e igual de delicado que sus canciones. Aquí puedes leer cómo fue nuestro encuentro.
Siempre cuidas mucho la estética de tus discos, también sabemos que estudiaste Diseño, ¿cómo consideras que influye la estética en la música?
Creo que cuando eres un niño una gran parte de tu decisión a la hora de elegir lo que eres como un joven adolescente no sólo tiene que ver con cómo suena, sino también mucho con qué apariencia tiene. Tal vez antes esta influencia era mucho mayor, cuando yo era un joven adolescente todo el mundo elegía su tribu urbana: si querías ser un rocker, un nuevo romántico, un punk… porque en cada campo elegías un completo estilo de vida, no solo estaba determinado por la música que escuchabas sino que era una estética completa lo que te definía: el look que llevababas, la ropa que usabas, la manera en la que hablabas… Elegías un estilo de vida completo. En la actualidad no está tan definido, la gente joven fluctúa más de un campo a otro, puede que las tribus urbanas ya no sean tan importantes hoy en día como lo fueron antes. Ahora también consumimos la música de otra manera que como se solía hacer. Hoy en día hay muchos oyentes que no miran el diseño de la portada de un disco y ven quién creó qué, la estética, la tipografía, la fotografía y todo el trabajo de arte que hay en él. Hay oyentes que ni siquiera se enfrentan a esa forma de arte cuando escuchan música, escuchan música en streaming sin ver el videoclip, por ejemplo. Hoy hay muchas otras formas de consumir y escuchar música. Durante un largo periodo de tiempo una gran cantidad de gente descubrió la música en la MTV porque esa era la manera de descubrirla, lo que hizo que el vídeo fuese muy importante y, claro, las discográficas invertían mucho dinero en realizarlos.
En el vídeo tienes la posibilidad de incluir looks, estilos, vestuario y la música, por supuesto. Había muchas maneras de mostrar qué estilo de vida querías ofrecer, pero ahora hay mucha música que solo es escuchada por gente que incluso no sabe si se trata de una versión o si es una canción original. Parece que mucha gente incluso no necesita saber quién produjo la canción, pero en los 80 era tan importante saber quién tocaba el bajo en una canción, por ejemplo… Ahora se trata de una generación diferente de consumidores de música y creo que eso está bien. Las cosas cambian y siempre han cambiado, así que no es algo extraño que ahora lo hagan. Para mí aún es muy fascinante y divertido elaborar mi material gráfico y mis vídeos, pero, por supuesto, los sellos discográficos están invirtiendo menos dinero en ello porque consideran que no hay un verdadero propósito para un vídeo o para la fotografía como lo había antes, yo sí sigo pensando que lo hay; una parte de los oyentes están interesados en estos detalles, pero es difícil convencer a las compañías discográficas para que inviertan dinero en estos aspectos. Yo aún sigo encontrando muy fascinante hacerlo y tengo que confesar que aún descubro música mediante su apariencia antes de por cómo suena.
Si tuvieras que elegir, en la actualidad, ¿qué une más a la gente, la música o la estética?
Creo que en la actualidad la estética no tiene tanta fuerza como solía tener antes, considero que hoy en día las generaciones jóvenes, al menos, en muchas partes del mundo, otorgan más importancia a los mensajes políticos. Pero esto también varía en según en qué parte del mundo porque sé que, por ejemplo, me estoy convirtiendo en alguien bastante importante para algunos turcos en la actualidad. Turquía está atravesando un gran cambio en su política en estos momentos y gran parte del público turco está enfrentándose a dificultades en la vida social, cultural… y encuentran, de algún modo (no sé cómo) mis letras inspiradoras para ellos en un aspecto cultural y político que no fue en absoluto mi propósito cuando las hice. Encuentran frases que uso en mis letras y las utilizan en reivindicaciones políticas y las pintan con sprays en las paredes cuando se manifiestan. Y ese no era en absoluto mi propósito cuando las hice, pero es muy emocionante saber que hay gente que me ve como parte de movimientos políticos.
Por ejemplo, en Francia, que es mi principal país en cuanto a ventas o volumen de trabajo, sé que mi público es mayor porque ellos me descubrieron en los 90, por lo que me conocen desde hace al menos 20 años. Por lo que son una generación diferente de oyentes mientras que en otras partes del mundo mi público es más joven, así que es diferente según en qué país. Creo que todavía las imágenes, la fotografía, los vídeos y todo el estilo es posiblemente muy importante para la gente joven, pero puede que no tanto como lo era antes, cuando había literalmente peleas entre las diferentes tribus urbanas de jóvenes.
Como dijiste antes, en la actualidad, la mayoría de la gente escucha música en streaming, ¿qué opinas de la evolución del negocio musical?
He atravesado todo el cambio, empecé cuando el CD era el producto estrella para los sellos discográficos. Recuerdo que cuando iba a firmar con BMG récords allá por 1995, BMG, Sony, los sellos discográficos en Estocolmo, en Suecia, todos tenían sus oficinas en las afueras de la ciudad porque era muy caro tener la oficina en el centro, pero en los años 95-96 ganaron tanto dinero con las ventas de los CDs que en 1997 todas las compañías discográficas se mudaron al centro de las ciudades y compraron edificios enormes y fantásticas oficinas en las que había mucha gente trabajando y servían champán todo el tiempo porque tenían mucho ingresos de las ventas de los CDs. Se vivía una época dorada y se gastaban millones en los vídeos y se divertían mucho, pero no tardó muchos años en que ese boom se acabara. En 2004-2005 ya no se gastaban en absoluto tanto dinero y empezaron a despedir a gente y después ya vino toda la caída, y ahora los sellos discográficos vuelven a estar en las afueras de las ciudades, en los suburbios, ya no quedan muchos sellos discográficos que hayan sobrevivido. Me siento afortunado de haber empezado mi carrera durante el boom de las ventas del CD porque mucha gente me descubrió comprando mi música, deseaban realmente tener mis productos, ya que muchos de mis seguidores pertenecen a la generación que empezó comprando todo ese material, por lo que todavía quieren comprarlo y eso está muy bien.
Por ejemplo, recuerdo la primera vez que fui a Méjico, les pregunté a la gente de mi sello discográfico, ¿por qué vamos a Méjico, he vendido algún disco allí? Comprobaron y me dijeron que tal vez habría vendido 500 discos y pensé que era extraño volar hasta allí para tocar … Pero cuando me subí al escenario, ¡había 25.000 personas en el público! y eso todo gracias a las descargas ilegales, el streaming, por lo que es fantástico lo grande que puede llegar a ser sin que las grandes compañías discográficas sean cómplices. Me encantó porque fue muy repentino, sentí que el negocio de la música es tan independiente, tan anarquista y que es el oyente el que posee el negocio y no los grandes sellos discográficos, porque las principales discográficas ya no lo saben, ya no pueden medir qué está pasando, son los oyentes los que deciden y sentí que es muy divertido. Estoy muy feliz porque, como artista alternativo que soy, siento que la anarquía del negocio de la música de ahora está siendo fantástica, es muy buena para mí, estoy seguro que para algunos grandes artistas es muy mala porque hace que la gente les “robe” su material, pero a mí me ha hecho más grande en muchos territorios, las descargas ilegales, el streaming, el compartir, etc. para mí ha sido fantástico.
¿Qué opinas de Eurovisión, que se ha celebrado este año en Suecia? ¿Qué te parece el ganador?
La canción ganadora de este año es una mierda de tema, creo que es verdaderamente mala. De hecho, me gustó Australia, su canción creo que fue verdaderamente buena. La razón por la que en realidad estaba viendo Eurovision es más porque tengo un hijo de 9 años que encuentra divertido verlo y es un gran espectáculo en Suecia, es un gran evento mediático y, en efecto, este año se celebraba en Suecia, así que lo vimos. Y precisamente pensé que la canción de Australia era muy buena y la chica era guapa. Creo que era especial, diferente, con un sonido muy claro, ya que muchas son solo un lío de sonidos. No, pero Eurovisión no es lo mío. En general, no hay muchas canciones que pueda admirar, nunca me ha gustado este tipo de extroversión, Eurovisión es un espectáculo demasiado extrovertido, se centra demasiado en el vestuario, en el baile… Los músicos que me gustan a mí son más introvertidos y tímidos que eso, pero sí, lo vi con mi hijo.
Y la canción española, ¿la viste?
No la recuerdo, ¡ni siquiera me acuerdo de la sueca!
Has tocado muchos estilos musicales a lo largo de tu carrera: jazz, trip hop, bossa nova, electro, funk… ¿Con cuál te sientes más cómodo?
Creo que cuando me pongo en el lugar del compositor, más o menos, solo me siento inspirado con un estilo de música y ese es el jazz. El jazz es la llave para mí cuando escribo, pero cuando se trata de arreglos y producción o cuando grabamos, muchos y variados estilos pueden ser mi inspiración. Hemos escuchado muchos sonidos a lo largo de 20 años haciendo música. Cuando empezamos, era muy divertido hacer trip hop, el movimiento de Bristol era algo realmente divertido en el momento. Después, tocamos un poco más la electrónica, después nos pasamos un poco más a la improvisación en el estudio, lo cual se acercaban un poco más a la música jazz y algunas veces, por supuesto, tocamos el pop aunque yo siento que nunca he perdido mi gran interés en el jazz como compositor, pero los arreglos pueden tomar formas muy diferentes. Aunque intento que la voz, la melodía y las letras no pierdan fuerza porque ahí es donde la influencia de la sincronización permanece intacta.
Hacer música durante 20 años no es divertido para nosotros ni para el público si hubiésemos permanecido haciendo lo mismo todo el tiempo. La mayoría de artistas que trabajan durante más de 20 años o más de 5 empiezan a descubrir cosas nuevas, cambian. Parece que a la gente se le olvida que, incluso tipos como Neil Young hizo un disco de electrónica, que Paul McCarnety sacó un disco totalmente electrónico en los 80. Es más fácil ser un artista o una banda que hace tres discos y después el cantante muere o desaparece porque con tres discos es más fácil mantener cierta homogeneidad en el sonido, pero si empiezas a sacar más discos probablemente necesites descubrir nuevas cosas, nuevas formas de hacer las cosas y después puedes volver otra vez al punto de partida e investigar con los sonidos. Como compositor, el jazz es mi mayor influencia, pero cuando se trata de los arreglos y la producción puede apetecerme hacer cierto tipo de pop experimental.
¿Y, a partir de ahora, en qué estilo te gustaría trabajar?
Estamos trabajando en mi nuevo disco ahora, nos encontramos a medio camino, la mitad de las canciones están finalizadas, creo que va a estar listo para agosto o septiembre, puede que publiquemos un single antes de Navidades y el álbum saldrá a la calle a comienzos de 2017. Siento que continuamos con lo que veníamos haciendo, no estamos haciendo grandes cambios, tenemos más sintetizadores en el estudio que lo que habíamos tenido antes pero no permitimos que tomen el control, solo los incluimos en lo que estamos haciendo, no nos centramos en ellos, nunca empezamos con ellos. Escribo canciones para piano y voz, después añadimos la batería, podemos hacer arreglos, comprobar los ingredientes que la canción necesita para hacerla más interesante y algunas veces es la batería, otras veces es el vibráfono, otras el trombón o una trompeta y en otros casos es un sintetizador, depende de lo que la canción necesite.
¿Puedes contarnos un poco sobre el panorama musical sueco?
Lo más importante de la escena musical sueca se centra todo el tiempo en un par de tipos que escriben todas las canciones número 1 en América (Max Martin – Estocolmo): las de Justin Timberlake, también hacen canciones para Taylor Swift… Esa es la onda en el lado comercial más extremo de la música sueca, pero también tenemos una gran parte de música underground, electrónica y death metal en Suecia que realmente es muy buena. No soy un gran oyente de death metal pero escucho que la escena está siendo dinámica, divertida y buena. Echo en falta a The Knife porque eran muy importante para la escena musical sueca pero ahora parece que están bastante callados. Está pasando que hay algunos adolescentes que están haciendo cosas bastante buenas, tanto en el hip hop y, podríamos decir, que más en el campo de la electrónica, pero es un país muy pequeño, es complicado decir que algo grande está pasando. Estocolmo es una ciudad pequeña, todos nos encontramos en los mismos bares, en los mismos cafés, en los mismos clubs, vamos a los mismos conciertos… no es muy grande. Tal vez es más interesante tener en cuenta a Escandinavia como escena, cuando incluimos lo que ocurre en Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia, el movimiento escandinavo en la escena de la electrónica, el underground, pero Suecia es, tal vez, demasiado pequeña.
¿Y el panorama español, lo conoces?
Bueno no hay mucho que importemos a la escena sueca, no escuchamos mucha música española en la radio o en la televisión sueca, algunas veces cuando escucho algo, me surge la curiosidad sobre qué es y a lo mejor investigo un poco más y descubro qué es y puede que haya sido producido en España, pero esto ocurre rara vez. Todavía todo se basa demasiado en América y el Reino Unido, y esa es una de las razones por las que no soy muy famosos en Suecia, porque los medios de comunicación suecos cubren demasiado lo que es grande en América o en el Reino Unido, así que, aunque yo sea grande en Francia, en Méjico o en China, ellos nunca lo sabrán porque solo se centran en lo que está ocurriendo en América, Inglaterra o Suecia, así es como funcionan los medios de comunicación suecos, al menos. Pero está bien así, soy capaz de trabajar en un nivel mucho más alternativo, que me gusta, así que me siento feliz de que sea así.
¿Cómo te sientes cuando te llaman para tocar lugares como Málaga?
Es un gran placer. Hace siete años desde que estuve aquí la última vez actuando en el Teatro Echegaray y es una gran satisfacción volver. España fue el segundo país, después de Francia en lanzar mis discos en el año 1996 así que tengo una larga historia con algunos fans españoles y eso es algo muy bueno. Me encanta volver, Francia y España, casi al mismo tiempo, lanzaron mi disco y luego ya se extendió a otras lenguas distribuyéndose por ejemplo en Canadá, Suramérica… Así que siempre es un placer volver aquí.
Desnúdate
Un libro: Love is the Heart of Everything: Correspondence Between Vladimir Mayakovsky and Lili Brik de Vladimir Mayakovsky
Una película: Cualquiera de Hitchcock, Psicosis, Pájaros o La ventana indiscreta. Me encanta el cine, me gustan mucho las películas japonesas, incluso los dibujos animados, me encanta Mi vecino Totoro.
Una canción: Suicide is Painless escrita por Johnny Mandel de una serie de televisión americana llamada M.A.S.H.
Un lugar: Mi destino favorito es Tokyo, tiene mi cocina favorita, el espíritu de la gente, es muy encantadora, son muy amables y tímidos, me siento muy cercano a ellos en muchos aspectos.
Un sueño: Los que necesito escribir tan pronto como me despierto antes de que desaparezcan de mi memoria. Algunos sueños pueden ser la inspiración para el relato sobre el que canto, algunos sueños directamente puedo convertirlos en poesía o en letras para mis canciones.
Fotografías: Luis M. Carceller
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