Esta rubia medio sueca, medio sevillana ha vuelto al Festival de Málaga, donde hace un par de años ya la vimos lucir su particular belleza por las calles de la ciudad, donde presentó tres películas: Gernika, Acantilado y Toro. Hoy ha vuelto al sur, con una mirada más madura, con unas cuantas películas más a sus espaldas y las mismas ganas que contagia al hablar. Esta vez viene a presentar Ana de día, una cinta dirigida por otra joven mujer, Andrea Jaurrieta, y que ha dado bastante de qué hablar durante esta segunda jornada de Festival. En esta entrevista, la actriz que empezó siendo doble de luces de Cameron Diaz en Noche y Día, habla acerca de este largometraje que participa en la sección oficial del Festival, de su personaje y de su trabajo como actriz.
¿Te has inspirado en otras referencias para hacer esta película o has preferido enfrentarte al personaje en blanco?
No me gusta utilizar referencias cinematográficas ni literarias ni nada porque como son copias de la realidad, si copio la copia acabo perdiendo mucha calidad. Si fotocopias algo muchas veces, al final la imagen termina quedando borrosa. Por lo que prefiero trabajar con referencias reales. Youtube es una herramienta maravillosa para buscar según qué cosas y también me sirvo de la gente de la calle: mis amigos, mi familia y mi propia experiencia personal y con eso tiro. Creo que también las referencias van más por el trabajo de la directora, Andrea Jaurrieta, lo que ella quiere hacer con la cámara o con la historia más que el trabajo del actor, que al final es dotar de verdad a lo que está pasando.
¿Qué quiere expresar el papel del doble de Ana? ¿Por qué se ha elegido esa figura?
Me parece que es una excusa y un detonante para facilitar al personaje escapar. Genera una mecánica de pensamiento en el espectador muy interesante. Porque todo el mundo alguna vez ha soñado con clonarse y tener a alguien haciendo lo que tú no quieres hacer. Me parecía un punto para conectar muy interesante y que luego se desarrolla también de una manera muy poco convencional porque uno espera que haya más interacciones con el doble. Como línea argumental me pareció muy interesante esa premisa, creo que atrapa. También era fácil, ya que por qué otra razón una chica como Ana se va a ir de su vida, no se puede ir y dejarlo todo, necesitaba a alguien que la sustituyera de alguna manera. Ana es un personaje valiente al final de la película, al principio es una cobarde que huye como las ratas.
La iluminación de la película recuerda mucho a Fassbinder. ¿Es una referencia de la película?
Sí, Fassbinder es una referencia clara. Cuando veo las películas no me fijo en los planos y en cómo iluminan, estoy haciendo las escenas, pero Juli Carné es un fotógrafo maravilloso y ha sabido dotar a cada escena de algo especial, creo que la cámara cuenta muchas cosas de Ana y de cómo funciona su cabeza. Más allá de ser valiente, es mi trabajo, también me gusta salir un poco de la zona de confort y, dentro del rodaje, atreverme a hacer según qué cosas.
Comentabas en la rueda de prensa que has empatizado mucho con tu personaje porque tú también cambiaste de vida radicalmente: estudiabas Arquitectura, además con buena nota, y lo dejaste todo para ser actriz. ¿Cómo fue esa decisión?
Yo estudiaba Arquitectura porque no sabía qué hacer con mi vida y mis padres no me dejaban hacer Bellas Artes porque los dos son artistas y querían que yo fuese una persona seria y de provecho, por eso y acabé entrando en Arquitectura, porque tenía nota y quería hacer escenografía. Pero, cada año, por mayo, antes de los exámenes, me entraba la crisis, lloraba y no sabía qué hacer y mi padre todo el rato me decía: “Pero, ¿qué quieres hacer? Y yo: ¡No lo sé! Yo ya estaba trabajando como actriz, hacía cosas pequeñas en Sevilla, con Canal Sur o con cortos que me iban llamando, y trabajé en una película que se llama “Noche y día” con Tom Cruise y Cameron Diaz y ahí me di cuenta de que yo lo que quería era estar en un rodaje, que es lo que a mí realmente me pone, lo que me motiva a levantarme a las 5 de la mañana y decidí apostar, irme a Madrid e intentarlo por lo menos. Porque si no, sabía que me iba a quedar siempre con la cosa en la cabeza de lo que podía haber sido y no fue, y me parece una sensación terrible, que ya la había experimentado con otras cosas y no quería más.
El personaje no verbaliza sobre su pasado, pero sí expresa mucho. ¿Por qué?
Cuando Mona descubre las cintas, se ponen todas las cartas sobre la mesa, ya no tengo que intentar que no descubre nada de mí, ya sabe todo, ¿para qué hablar con ella de otra manera? Tu madre sabe todo de ti, me gusta mucho eso de la película porque sí que es verdad que ya sabe quién soy yo, yo ya sé quién es ella porque ya llevamos un tiempo conviviendo, vamos a pelearnos y vamos a sacar todo afuera porque esta situación de andar de puntillas se mantiene, pero solo durante un ratito, lógicamente, al final uno tiene que enfrentarse a las cosas y tiene que enfrentarse a los padres. Por supuesto, en este caso me llevo yo mejor con mi madre, que Ana con la suya.
¿Qué es lo que te atrajo de este proyecto?
Directora nobel, película complicada, un guion diferente, fantástico, un papel protagonista, que llevaba mucho tiempo sin hacer y me apetecía, porque después de hacer Hermosa Juventud tenía dudas de si iba a poder sostener otra vez un papel protagonista porque fue un proceso muy concreto, con un director muy especial y una manera de trabajar que no se da siempre en la industria y quería saber si yo en otro lugar podía demostrar también que sé hacer este trabajo más o menos bien. Me pierden las películas independientes. Cuanto más complicado sea el proyecto, más alocado, más diferente sea, más me atrae porque esas son el tipo de películas que me gustan. Salvo el presupuesto, que ojalá que hubiésemos tenido más, todo lo demás cumplía los requisitos de mis proyectos soñados.
¿Qué diferencia hay entre rodar una película independiente como esta y una súper producción como Toro o Guernika?
Comodidades materiales sobre todo, y tiempos, rodamos esta película en muy poco tiempo, hacíamos dos tomas como mucho. Por ejemplo, la escena cuando entro al Music Hall, la primera vez que se encuentran Nina y Marcelo estaba planteada de otra manera completamente diferente, pero cuando llegamos allí, el equipo de arte no había podido hacer mucho y hubo que pensar una nueva manera de resolver eso. En otra película no habría ocurrido, llegas con todo resuelto y no aparecen pequeños problemas que parece que no tienen importancia, pero que luego sí la tienen. Ese día hubo que replantear la escena entera. Es verdad que en Gernika también hubo problemas porque al final siempre los hay, pero se resuelven de una manera más fácil que los que se presentan en este tipo de películas independientes. Hay que ser muy ingenioso para sacarla adelante. Por ejemplo, me tuve que teñir el pelo, me hubiera encantado llevar una peluca.
En la rueda de prensa has comentado que en este tipo de proyectos independientes entras con el corazón, ya que económica no compensa demasiado. ¿Cómo lo hace un actor/actriz para sobrevivir?
No, no compensa nada, te lo digo ya. Yo tengo la suerte de que me llaman de películas con presupuesto y puedo ir navegando de una a otra con tranquilidad, puedo tomarme la licencia de hacer este tipo de proyectos. Pero el 80% de la profesión está en el paro o no trabaja de esto y es camarero o cualquier otra cosa. Uno compagina y hace lo que puede. Como todos, en realidad, en todos los trabajos, porque si tienes un trabajo en el que no te pagan mucho pues, probablemente, estés haciendo dos cosas a la vez, estés viviendo con tu familia o estés gastando lo mínimo. Al final cada uno se las apaña para poder llegar a fin de mes. Yo es verdad que en este sentido tengo mucha suerte y me puedo permitir estos proyectos independientes e ir navegando de unos proyectos a otros. Ojalá hubiera dinero para todos, entiendo que no lo hay, que tampoco estamos en el país más rico del mundo y que hay que ir haciendo este tipo de cosas.
¿Por qué se ha querido reflejar ese ambiente tan decadente, incluso de un Madrid que se está perdiendo, por qué ese reflejo de un mundo que se pierde?
Porque yo creo que Andrea es fanática de las películas de Fellini y de toda la Nouvelle Vague, y es verdad que es un tipo de películas que todos recordamos, que son muy icónicas y creo que a Andrea le apetecía también mostrar eso, el Almodóvar de los primeros años, esa frescura que tienen esos lugares. Y más concretamente para este personaje de Ana, que es una chica que ha visto muchas películas y que es algo que ella tiene muy en su imaginario, realmente verse inmersa en una historia tan fantástica, incluso Amélie por momentos, es muy atrayente para ella porque es algo que no se parece nada a la realidad. Me parece que a veces queremos ser muy modernos, muy punteros y todo está iluminado con neones, que soy muy fan de Nicolas Winding Refn y de toda la gente que lo copia, pero sí es verdad que también tenemos muchas otras cosas que son muy nuestras, de las que también tenemos que estar orgullosos y que deberíamos mostrar más. Y esto es algo muy importante de la historia nuestra, de nuestra esencia, de lo que somos.
La España de los 70…
Sí, la España de los 70, de lo que queda de la movida. También Ana entra en una especie de limbo, en general, son personajes que están estancados, como ella estaba en algún momento, y dentro de esos personajes inmóviles, porque ellos van a seguir siendo lo mismo, generar ese contraste entre un personaje que está en movimiento, en un cambio constante y en una búsqueda, con otros personajes que han decidido quedarse me parece que genera un contraste muy interesante y bonito en la película.
Fotografías: Sandra Carceller
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