La banda británica Foals ha pasado por Madrid con ganas. Su último concierto en la capital tuvo lugar en septiembre de 2015 en el Festival Dcode, y ya fuese por la hora (03:00 am) de su último concierto en Madrid el pasado 30 de enero o por lo corto que fue, dejaron con la miel en los labios, haciendo de esta cita musical una de las más esperadas de la temporada. Fueron recibidos con un sold out teniendo incluso que cambiar la sala donde iba a tener lugar el concierto en un principio para poder ampliar la capacidad (se cambió La Riviera por el Palacio de Deportes).
Los teloneros Everything Everything, que adelantaron la comunión musical entre seguidores y banda que se dio durante la fría noche de enero, presentaban su nuevo disco Get to Heaven con una energía fuera de lo común. Tocaron temas como Distant Past, Spring Sun Winter Dred y No Reptiles ataviados con monos de colores, con un sonido consistente y con el peculiar directo que les caracteriza, anunciando lo que en dos semanas volverán a repetir en la capital en su propio concierto.
Y por fin, sonaron Foals, que empezaron muy fuerte con Snake oil y Mountain at My Gates. Las luces del escenario acompañadas por un bonito fondo marino llenaron de azul la atmósfera, que pronto se contagió de la pasión de un público que no paró de bailar, cantar y sentir las canciones de los británicos desde el primer momento.
Foals hizo un recorrido por toda su trayectoria, retrotayéndose a su primer disco Olympic Airways, recurriendo a su hit My number y tocando Balloons de su disco Antidotes. Un perfecto repertorio para dejar claro que esta banda ha evolucionado musicalmente sin perder un ápice de calidad.
Birch tree y London thunder, canciones de su último disco What went down, trajeron la naturaleza al escenario para hacerse omnipresentes. Tronaba Foals. Y sonaron temas como la directa Providence y caminamos hacia la caricia que es Spanish Sahara, que fue capaz de aunar público y banda en un momento único.
Inhaler fue el falso final del concierto, que puso la guinda a un espectáculo con un público entregado con un bis iniciado con uno de los mejores temas de su último disco What Went Down para llegar al verdadero cierre de fiesta con Two Steps Twice.
Foals son expertos en dejar con la miel en los labios a su público, siempre dejan temas por escuchar y a sus seguidores con ganas de estirar la duración del concierto hasta el infinito. El concierto que dieron en Madrid fue un show que inicia un camino que no ha hecho más que empezar a crecer y que les deja en una muy buena posición para el futuro. Madrid inicia con ellos una senda. Sus seguidores les irán a ver a salas más grandes, quizá estadios. Aún está por ver si lo vivido el pasado sábado, 30 de enero, se vuelve a repetir: canciones vividas como si hubieran sido escritas en ese instante. En resumen, una banda que se encuentra en el camino de convertirse en una de las grandes.
Che&Víc
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