El Festival de Cine Fantástico de Málaga ha cumplido 25 añazos y nos ha traído algunas películas que por aquí teníamos muchas ganas de ver. No ha habido tiempo para todo y entre las películas que me he perdido están The Final Girls , The Boy and the Beast, Turbo Kid, Men and Chicken, The Invitation, la producción de animación española Extraordinary Tales o Mircrobe and Gasoline, la última película de Michel Gondry y con la que se clausuró este Fancine. También me hubiese gustado ver en pantalla grande la reposición de clásicos como Despertar en el Infierno, Videodrome, Corazón Salvaje o Terciopelo Azul; pero sí que pude ver dos obras maestras que definen mi vida como amante del cine: el Zatoichi de Takeshi Kitano y Carretera Perdida. La inauguración no pudo empezar mejor: el premio a mejor proyecto de cortometraje se lo llevó Llueve en Bagdad, que dirigirá nuestro Pedro Terrero, un proyecto en cuyo guion estoy involucrado y que nos hace mucha ilusión. Hurray!
Estas son las películas que he podido ver en el festival este año:
El cuento de los cuentos
Nombre original: Il racconto dei racconti
Nacionalidad: Italia
Dir.: Mateo Garrone
La cinta con la se inauguró el festival. Mateo Garrone (Gomorra, Reality) se disfraza de Pasolini de segunda en esta irregular, excesiva en duración y por momentos aburrida película que adapta cuentos fantásticos con carga moral de un tal Giambattista Basile, escritor del siglo XVI admirado por los hermanos Grimm. El cuento de los cuentos es una película con un diseño de producción y arte impresionante y con un encomiable aprecio al cuento clásico; pero de corto vuelo, pocas lecturas y ambiciones muy lejos de su interés real. Un dato a criticar que me parece de mucha importancia: el uso de animales salvajes domesticados haciendo gracietas en pantalla. Hubo un tiempo en que en el cine se consentía el daño a animales y ese tiempo pasó y ya está. Ya es suficiente. La sociedad ha evolucionado desde entonces y no creo que debamos disculpar más este tipo de cosas, sobre todo cuando hay maneras de sobra de representar animales en películas sin necesidad de humillarlos o maltratarlos.
Langosta
Título original: The Lobster
Nacionalidad: Grecia
Dir.: Yorgos Lanthimos
Colin Farrell (aquí caracterizado un poco à la Joaquin Phoenix) se ve obligado a buscar una compañera sentimental en un tiempo límite porque, de lo contrario, será transformado en una langosta. Es menos raro de lo que suena y al mismo tiempo es así de raro. Langosta propone una distopía que sirve de metáfora de las relaciones de pareja para una época (la de ahora, la nuestra) en que la sensibilidad de corte asperger y la atracción superficial han dado paso al emparejamiento egoísta y por cuestiones puramente pragmáticas. Como comedia satírica sobre la condición humana, hay algo en Langosta de aquel universo que proponía Shintaro Kago en su historia manga «Closed Hospital» (en el que las personas se casan dependiendo de ciertas taras comunes, como fístulas, debilidad de huesos, etc.), y mucho del sentido del humor ácido y de carga política que ya mostraban Lanthimos y su guionista Efthymis Filippou en Canino (Kynodontas, 2009) o en la notable Alps (Alpeis, 2011). Aunque inteligente y provocativa, Langosta pierde bastante interés en su segunda mitad, y a algunos nos ha parecido que su director se muestra excesivamente autoconsciente de su condición de autor «raro» para festivales: algunos momentos forzados, con intérpretes de alto nivel (a Farrell lo acompañan Rachel Weisz, Léa Seydoux o Michael Smiley, entre muchos otros) actuando como se le supone a una película de Lanthimos (como robots, todo el rato), dan lugar ciertas escenas que pueden parecer de un postureo un tanto irritante. Aún así, es una película muy especial, una experiencia muy recomendable, y la película más accesible y ambiciosa de su realizador.
Martyrs
Nacionalidad: Estados Unidos
Dir.: Kevin Goetz & Michael Goetz
Un remake de Martyrs (Pascal Laugier, 2008) es, de entrada, una mala idea. Resulta complicado ir mucho más lejos (sea en ideas o en truculencia) con un concepto como el de la versión francesa, pero al menos esperaba que el remake no le restase valores a la original. Craso error: esta Martyrs toma decisiones aburridas, sus actores están poco inspirados (por decir algo) y el conjunto resulta bastante frustrante. Sería injusto, aún así, negar alguna que otra buena idea estética, pero, en general, este remake no tiene apenas interés.
Coche Policial
Título original: Cop Car
Nacionalidad: Estados Unidos
Dir.: Jon Watts
Dos chavales le roban el coche patrulla a un sheriff corrupto interpretado por Kevin Bacon y claro, se lía. Coche Policial es una road movie que tira de la idea de meter al protagonista (en este caso, los protagonistas) en un momento y un lugar equivocados. La tensión crece a buen ritmo y la historia no aburre; y aunque podría dar más de sí, es un thriller disfrutable, entretenido, bien interpretado y rodado, si bien poco memorable.
The Assassin
Nombre original: Nie yin niang
Nacionalidad: China
Dir.: Hsiao-Hsien Hou
He visto en el cine pocas películas tan bellas como esta The Assassin, un auténtico hito estético, arriesgado y detallista, obra de madurez de Hou Hsiao-Hsien (El vuelo del globo rojo, A City of Sadness, Millennium Mambo) que, junto al director de fotografía Ping Bin Lee (Deseando amar, Tokyo Blues), compone cada cuadro pensando en devorar el fondo en pos de la forma: si, como señala un gran número de críticas hasta ahora, The Assassin resulta confusa es porque no parece especialmente interesada en hacerse entender; la pretensión aquí es tan solo evocar una narración, pero extasiando los sentidos por medio de la imagen (composiciones al estilo asiático: leídas de derecha a izquierda, todas perfectas, con un trabajo del color digno de estudio), el ritmo, las interpretaciones y la banda sonora. Una manera de llevar el género wuxia a nuevos lugares, pero que resulta muy exigente: es una película asombrosamente lenta, más incluso de lo que acostumbra el cine de Hou Hsiao-Hsien, y cargada de incógnitas. También una de las mejores y más desafiantes cintas del festival.
We Are Still Here
Nacionalidad: Estados Unidos
Dir.: Ted Geoghean
Interesantísima pieza de cámara de casa demoníaca, homenaje explícito a las películas de Lucio Fulci y al cine de terror sobrenatural de los 70 y los 80. El debutante Ted Geoghean busca aquí reformular ciertas esencias del cine de género, un poco a la manera del Ti West de La casa del diablo (The House of the Devil, 2009), con una reproducción muy cuidada de la fotografía y los efectos especiales de sus referentes. A destacar el empleo de la profundidad de campo en ciertas escenas, la ambientación y vestuario, y el trabajo de los intérpretes. Una opera prima muy recomendable y prometedora.
Over Your Dead Body
Nombre original: Kuime
Nacionalidad: Japón
Dir.: Takashi Miike
¿Qué es un festival de cine fantástico sin película de Takashi Miike? La que ha traído Fancine este año es lo que el crítico medio llamaría un «ejercicio de estilo». En Over Your Dead Body, los actores de una obra de teatro que adapta la historia popular de terror «Yotsuya Kaidan» son progresivamente “poseídos” por los personajes que están representando, algo parecido a un Inland Empire nipón ambientado en el mundo del teatro. Miike es un director de un ingenio impresionante, pero la historia que cuenta aquí es confusa y aburrida; hay momentos de gran intensidad y el aficionado al cine de terror disfrutará de algunas escenas, pero el conjunto es irregular.
Office
Nombre original: O Piseu
Nacionalidad: Corea del Sur
Dir.: Won-Chan Hong
Original mezcla sui géneris de slasher y comedia negra con crítica a la cultura laboral que putea y enfrenta a becariado y plantilla. En Office, Lee Mi-Rye (Ah-sung Ko, la niña de The Host y Snowpiercer), es contratada como eventual en una empresa en la que uno de sus empleados ha asesinado a toda su familia antes de desaparecer del mapa. Pronto se suceden las muertes en la oficina en la que trabajaba y en la que trata de abrirse paso Lee. Office es tramposa y un tanto predecible, pero entretiene y no le falta sentido del humor.
Tag
Título original: Riaru onigokko
Nacionalidad: Japón
Dir.: Shion Sono
Una apasionada celebración del cine y la ficción como comunión festiva cargada de posibilidades, pura demencia, sangre y sinsentido. Resulta estúpido tratar de explicarla. Shion Sono tira aquí de la vertiente más punk de su cine para hacer una imposible comedia absurda, mezcla de ciencia-ficción y terror con toques gore, y en la que priman las colegialas asesinadas y el género entendido como despiporre. A mí me encantó. Guste o no, no hay nadie como Sono a la hora de reírse de la cultura popular de su país y de sí mismo.
La próxima vez apuntaré al corazón
Título original: La prochaine fois je viserai le coeur
Nacionalidad: Francia
Dir.: Cédric Anger
Una de las mejores películas que pude ver en este Fancine, sin duda entre mis favoritas. Un thriller de asesino en serie que lleva en el alma el polar francés y las novelas de Jim Thompson (El asesino dentro de mí o 1280 almas son los primeros referentes que me vienen a la cabeza); con una interpretación escalofriante de Guillaume Canet y una sobria dirección que es puro dominio del ritmo. Invita a investigar sobre el caso real en que se basa, el del gendarme y criminal Alain Lamare.
Anomalisa
Nacionalidad: Estados Unidos
Dir.: Charlie Kaufman & Duke Johnson
La flor envenenada del festival. Una fábula preciosa, llena de humor y ternura, que esconde una tesis tremendamente pesimista sobre nuestras expectativas respecto al amor y nuestra relación con la otredad. Es, en cierto modo, una continuación más amable, pequeña, íntima y accesible de la anterior película de Charlie Kaufman, Synechdoche, New York (además de la conexión temática, Anomalisa vuelve sobre las narraciones circulares, la comicidad kafkiana o los juegos de percepción respecto a la realidad y los personajes de aquella), pero igual de despiadada. Como cinta de animación es toda una rareza: un ritmo moroso (pero no aburrido), de esencia teatral (la historia es originalmente una obra de teatro) la distingue de cualquier producción de, digamos, Pixar o Aardman Animation, y un cuidado especial con la iluminación de escenarios contrasta con la fluidez poco natural del movimiento en stop-motion. Hay mucho que comentar en Anomalisa y aquí hay poco espacio, pero es una de las cintas del año y no sería nada raro verla en la carrera a los Oscar de 2016. Sería de celebrar teniendo en cuenta que es una cinta lanzada a través de Kickstarter, cine independiente de altos vuelos: la producen entre otros Duke Johnson (también director), el creador de Moral Orel Dino Stamatopoulos o Dan Harmon (Community, Rick y Morty).
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