Claudia Llosa, la cineasta galardonada con un Oso de Oro premio internacional de la crítica en el Festival de Berlín por su película La teta asustada (2009), que también la nominó al Oscar como Mejor película extranjera, ha ofrecido en el marco del festival de cine San Sebastián un encuentro a los futuros cineastas de la Escuela Universitaria de Artes TAI, donde ella estudió el master de Guion de Cine y Series de TV en el curso 2001-2002.
La destacada antigua alumna de TAI ha aconsejado a las nuevas generaciones de artistas que sean detallistas, que entren en el detalle, en lo que desean, que se pregunten, se cuestionen, se enfrenten y, simplemente, confíen. “Esa confianza en uno mismo, que es casi como un acto de fe, mágico, es lo que te hace tener autoestima, convertirse en individuo. Ese acto de fe que parece cero racional, ajeno a la razón es para mí esa rendija que uno no puede dejar que se cierre”, ha manifestado.
“Otra cosa que es muy importante para mí y que me dio toda la libertad y toda la sensación de tiempo es la urgencia. ¿Por qué tuve tanta urgencia en la juventud? ¿Por qué no tomé conciencia del tiempo como algo más plástico? Me pregunto. Recuerdo haber estado en Barcelona y haber vivido un visionado un cine femenino, con Los espigadores y la espigadora, de Agnès Varda, que me explotó la cabeza. Ella tenía 70 y tantos años cuando hizo esa película y entonces yo dije hay tiempo, no pasa nada. Voy a hacer mi primera película, aunque tenga 91 años, pero la voy a hacer y la voy a hacer igual de moderna, igual de explosiva”, ha recordado la cineasta.
Claudia Llosa, durante su intervención en San Sebastián ante alumnos de TAI
Otro de los consejos que ha dado a los jóvenes artistas es que “no teman” y que la esperanza no se apague simplemente porque pasan los días, los años porque “hay tiempo”. “Entonces hay algo que se abre desde un lugar de confianza, es un acto de fe, búsquenla ustedes mismos, no esperen que se la dé otro, aunque fallen, hagan intentos. Si le damos al otro ese poder sobre nosotros mismos, estamos perdidos”, ha asegurado.
“Yo siempre pensé que iba a trabajar en publicidad, lo del cine no existía en mi vida y, obviamente, en Perú era mucho más difícil aún. Yo creo que la etapa formativa es un lugar muy bonito para estar ahora” ha explicado Llosa, quien ha expresado que “es importante atreverse a ir adonde uno desea realmente, ver dónde voy a poner la atención, determinar qué es lo importante, fijarse, tomar decisiones y no distraerse con cosas que quizá no son lo que realmente uno o una desea”. “Ese balance, esa distancia de rescate con nosotros mismos va a ejercerse, se va a ver de manera muy física y se va a sentir de manera muy fuerte en muchos momentos de decisiones que se tienen”, ha argumentado.
“TAI fue el inicio a darme una oportunidad de soñar” ha explicado la autora cuyos trabajos han sido premiados en festivales como el de Sundance, Róterdam o Málaga. “Mi paso por TAI me dio la oportunidad de vivir la experiencia de estudiar una carrera que hasta el momento no me había permitido ni siquiera soñar, por lo que es un lugar muy importante para mí”, ha indicado.
Claudia Llosa rodeada de los alumnos de TAI que han participado en el encuentro.
Respecto a Distancia de rescate, el trabajo con el que concursa en Sección Oficial en San Sebastián, la directora ha dicho que pone nombre a un miedo que todos reconocemos, seamos padres o no, que es “ese difícil balance” que existe como padre o madre de dar la libertad a un niño o a una niña para que se conozca, que explore el mundo, que cometa errores, que se lance y, al mismo tiempo, la protección, el miedo, el querer estar cerca y protegerlo para que no ocurra nada.
“La distancia de rescate de la que habla la película es hacia nosotras mismas, como madres. Habla de cuál es el equilibrio en la maternidad. Una maternidad que se ha de reformular ojalá que a la misma velocidad que a la que nos estamos reformulando como género, como sociedad, en la que estamos cambiando la mirada de lo femenino”, ha añadido. Según ha explicado en la cinta también coexiste otro movimiento, que es el medioambiental, que ha de avanzar “casi con la misma urgencia”. Diferentes “capas” con las que la artista peruana ha trabajado a través de la voz en off una novela que para ella y para Latinoamerica era “muy importante”.
“Esta película recogía muchas de las temáticas que yo he trabajado en mis películas, pero lo hacía en un giro distinto y me permitía jugar con muchos elementos con los que a mí me interesaba trabajar como el pensamiento mágico, lo ancestral o el género. Me colocó en un lugar muy nuevo a nivel experiencia de tener que compartir material con una autora tan importante e imponente como es Samanta Schweblin y, al mismo tiempo, confiar. Y construir un discurso que fuera sugerente, que no impusiera, que abriera, que no cerrase, que al mismo tiempo fuera bello, atractivo y tensor”, ha manifestado.
“Hasta hace un día no sabía si iba a gustar la película, siempre es muy vulnerable el proceso. Cuando nos entregamos a un proyecto por más que tenga tantos avisos de dificultad y eso te coloque en un lugar muy frágil, ajeno al control, creo que hay que asumir el riesgo”, ha afirmado.
Respecto a su forma de trabajar, Llosa ha asegurado que ella “se entrega absolutamente”. “Yo pienso hablando, necesito ese diálogo, necesito hundirme en esa relación con mi equipo. Mientras más te entregas al otro, más responsabilidad le das. Lo mismo ocurre en la confianza con el equipo, de pronto, la película ya no es mía solamente, sino de todos, necesitas ser muy abierta y no encajarte con viejos preconceptos que tenías a la hora de empezar”, ha explicado.
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