Que Cigarettes After Sex es un grupo que respira sensibilidad ya lo sabíamos, ya lo sabes si has oído alguna vez algún acorde de sus melancólicas melodías, si alguna vez te has detenido a prestar atención a alguna de sus contemporáneas letras, si alguna vez has dejado que la voz de Greg Gonzalez penetre a oscuras tu alma. Sin embargo, lo que no se sabía es que su delicadeza era infinita, como el tacto de la pluma que ilustra su primer single, Affection (2015), como una mirada en el cine de Kieslowski. Algo que comprobamos el jueves en el concierto que dieron abriendo el Primavera Sound de Oporto, donde la estética monocromática y elegante (al más puro estilo neoyorquino) del grupo vistió al trío que compone la banda, las imágenes de las pantallas del directo y los visuales del cineasta polaco que acompañaron sus delicados temas.
Aunque era plena tarde, aún lucía el sol y el público ya empezaba a congregarse, Cigarettes After Sex consiguieron hacer de un concierto de festival un auténtico directo intimista, susurrando al oído temas que hablan de relaciones actuales, de amor contemporáneo con la misma sutileza que cuando suenan en silencio, en la oscuridad, en casa, empañando el césped del Parque da Cidade con la misma espesa niebla matutina que despiertan sus canciones de dream-pop.
Cigarettes After Sex es uno de esos grupos, cuyos fans han crecido más rápido que la propia banda, fundada en la universidad de Texas en 2008 casi por accidente. Ha multiplicado mundialmente sus seguidores en el último tiempo, a los que ha ido satisfaciendo con pequeñas dosis espaciadas en el tiempo, pero dejando un gran sabor. Greg Gonzalez, vocalista y alma del grupo, grabó su primer EP, I, en 2012, que incluía cuatro joyas difíciles de olvidar como Nothing´s Gonna Hurt You Baby, I´m a Firefighter, Dreaming Of You y Starry Eyes. No fue hasta 2015 cuando la banda, ya en Brooklyn donde Greg Gonzalez decidió instalarse para impulsar su carrera mientras compaginaba con un trabajo temporal en un cine del Upper East Side, grabó el single Affection junto con la maravillosa versión Keep On Loving You de REO Speedwagon, otros dos temas de pop minimalista que no dejarían indiferente a nadie. En 2016, emocionaron (aún más) con K, un tema que narra la historia personal de Greg con una chica, Kristen, inicial que también coincide con las famosas siglas “OK”, de la anti comunicación actual, de la indiferencia. Y fue justo al día siguiente del concierto en Oporto, el 9 de junio, cuando salió a la venta el primer álbum homónimo de esta caricia llamada Cigarettes After Sex, con increíbles temas como Apocalypse o Each Time You Fall In Love.
Una banda que cita como influencias Françoise Hardy, Miles Davis, The Trinity Session, Julee Cruise o Cocteau Twins no puede sonar mal. Prueba de su encanto es que los programadores del Primavera Sound no hayan dudado en incluirlos en su prestigioso cartel aun cuando ni siquiera tenían un álbum en el mercado.
La primera vez que escuché esta banda fue hace un par de años, fue por su sugerente nombre. Nunca antes había oído hablar de ella, me apareció como recomendación musical en alguna plataforma de música en streaming. Cuando vi el bonito cartel que acompañaba su EP, no dudé en pinchar para oírlos. Después, me tocaron el alma con cada uno de sus acordes tenues, con las tardes de lluvia y sofá que desprenden sus melodías, pero fue el jueves, al verlos en directo, cuando me teletransportaron al más allá, cuando acariciaron el recinto de Matosinhos, cuando provocaron esa comunión completa que se produce con el buen arte, que parece hablarte personalmente, tocarte partículas de ti mismo capaces de ir más allá de lo terrenal, cuando comprendí de verdad la belleza de esta banda.
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