Arturo Castro Godoy (Caracas, 1986) presenta en el Festival de Málaga Cine en Español su segundo largometraje, Aire, que participa en la sección oficial a concurso. Se trata de una película protagonizada por Julieta Zylberberg, que da vida a una madre con un trabajo más que precario en busca de su hijo que padece el síndrome de Asperger y que ha sufrido un accidente. Este realizador venezolano afincado en Argentina ha mostrado una historia dura, una de esas batallas que los ciudadanos libran contra las instituciones, contra el sistema que no era tan protector como se pensaba y contra el desgaste que por este motivo sufren.
¿Por qué has elegido esta temática sobre el síndrome de Asperger para tu película?
El Asperger como elemento nos interesaba utilizarlo porque, en primer lugar, es un síndrome que no tiene la presencia en pantalla ni en la sociedad que debería tener para lo común que es, es mucho más común de lo que uno puede pensar. Hay muchísimas familias que viven con este síndrome en sus vidas. Nos ha servido para hablar de eso, ya que no tiene el lugar que debería tener. Y, al mismo tiempo, tiene que ver con la construcción del personaje de Lucía, que es una madre soltera, protagonista, porque nos sirve como un elemento dramático fundamental que luego condiciona absolutamente el resto de cosas que pasan en la película y nos da la oportunidad de meternos en ese mundo.
Es una crítica muy dura a la sociedad argentina, ¿también es extensible a otras sociedades occidentales?
Sí, sin duda. En el fondo es un trayecto que hace una madre soltera que está absolutamente abandonada por las instituciones que tendrían que contenerla. Es una crítica, más que a la sociedad argentina o a las instituciones argentinas, a las instituciones en general. Yo creo que en el resto del mundo es igual. Yo soy venezolano, pero allí es igual. Todo el sistema en el que vivimos y la manera en la que nos organizamos como sociedad hace que cada vez estemos más separados y cada vez más solos; y cuando una persona tiene una necesidad específica, como puede ser el síndrome de Asperger, parece que somos como piezas en un engranaje que de vez en cuando se sueltan y nos dejan solos y tenemos que apoyarnos en la gente que tenemos alrededor para salir adelante.
Hay varios adjetivos que se nos vienen a la cabeza al ver la película como kafkiana, que es la trayectoria de ella, o una especie de “Solo ante el peligro”, ¿cómo ves tú a ese individuo que, en este caso es una mujer, pero puede ser cualquiera, enfrentado a una maquinaria?
Sin duda, las instituciones son así kafkanas, burocráticas por excelencia. Termina siendo siempre una manera de relacionarnos en la que somos pobres contra pobres, en la que todos estamos con problemas parecidos, en situaciones parecidas, pero estamos cada uno tan en la nuestra que hay poca posibilidad de comunicación. Lucía tiene que enfrentarse a un montón de instituciones, públicas y privadas. Después de la institución que es lo más abstracto, también es su manera de relacionarse con personas de carne y hueso, que ocurre lo mismo, la apatía y esa separación que tenemos. Es una historia simple con un personaje que tiene un objetivo clarísimo, pero al mismo tiempo nos permite, junto al Asperger y a la manera en la que estas instituciones la han abandonado, hablar de un montón de otras cosas y creo que eso es lo que hace que la película funcione en muchos niveles.
Es una madre soltera y trabajadora precaria, ¿es un eslabón débil de la cadena? ¿hay cierta reivindicación feminista en la elección de este personaje?
No sé si lo definiría como el eslabón más débil de la cadena. Ella lo tiene más complicado por ser mujer, eso sin duda, en la sociedad en la que vivimos las mujeres tienen que lidiar con esa injusticia, por su condición de mujer hay cosas que se les complica más de lo que se le complicaría a un hombre. No sé si es el eslabón más débil de la cadena, todos tenemos nuestras particularidades, nuestros puntos fuertes, nuestros puntos débiles y lo que a mí me interesaba era salir del comentario general de “una madre soltera” y hablar de un personaje específico, de esta madre soltera, que es Lucía, que tiene esta manera de pensar, de ser, estos conflictos, estas características. Y la búsqueda desde la realización apuntaba a hacer que el personaje fuera lo suficientemente redondo como para lograr que el espectador se identifique rápidamente con ella, la entienda y la acompañe.
¿Cómo se ve el Festival de Cine de Málaga desde el otro lado del Atlántico? ¿Cómo ha sido tu paso por el festival?
Es un festival que nosotros en Argentina tenemos muy en cuenta a la hora de pensar en el recorrido en Europa. Tengo muchos conocidos que han venido y que me lo han recomendado. Tenemos la suerte de estar aquí y para nosotros es un placer enorme. Es un festival importante, y estando aquí y habiendo vivido un poco la experiencia se entiende por qué. Es un festival muy grande, en el que hay una gran estructura sosteniéndolo para hacer que los que venimos estemos súper cómodos. La ciudad es hermosa y es muy conmovedor ver la cercanía que tiene el público. Cómo se vuelca con el festival es un lujo porque nos permite acercar nuestro trabajo a un montón de gente.
¿Cómo es hacer cine en Argentina?
Calculo que debe ser como hacer cine en cualquier lado, no es muy diferente a hacer cine acá. Como país hay una larga trayectoria de directores y directoras, que a lo largo de la historia y en la actualidad han trabajado a un nivel impresionante. Hoy en día estamos en un momento de una calidad superlativa de trabajos que consiguen un montón de reconocimiento incluso en Argentina. Hay un público enorme que acompaña, pero siempre son necesarias políticas públicas que colaboren y ayuden a que las películas argentinas tengan un lugar más importante dentro de las carteleras. Hacer cine en Argentina hoy es una experiencia compleja, estamos en un periodo muy complicado para filmar, se filma cada vez en menos semanas, con menos presupuesto, los organismos que tendrían que apoyar el cine no lo hacen tanto y como realizadores estamos en un periodo de mucha preocupación y de mucha atención a cómo se está manejando la ley del cine en Argentina, como una lucha para que no se pierda todo lo que hemos ganado con decisiones políticas absurdas y nefastas para la difusión de la cultura en el país. Así como hoy se vive un presente en el que hay una calidad de largometrajes impresionante, que eso se mantenga y que eso siga siendo posible para la gente que recién comienza a acceder a filmar sus primeras películas, sumar nuevas voces, cosa que de la manera en la que se está llevando adelante la gestión en cultura en Argentina hoy en día dificulta muchísimo y nos preocupa y nos angustia mucho saber para dónde vamos ahora.
Como venelozano, ¿cómo te afecta la situación actual de Venezuela?
Venezuela está pasando por un momento durísimo, me afecta, por supuesto, tengo mucha familia y amigos allá y tengo una cercanía con mi país en el que viví y crecí enorme. Es una situación tremendamente angustiante y descorazonadora, esperamos que haya pronta solución y poder, poco a poco, recuperar la Venezuela en la que yo crecí y nací, va a ser un trabajo larguísimo, pero bueno. Es realmente muy triste todo.
TOP 5 Una película: ¿Dónde está la casa de mi amigo? de Abbas Kiarostami Un libro: 1984 de George Orwell Una canción: Karma Police de Radiohead. Un lugar: Mi casa, con mi familia. Un sueño: Poder seguir filmando.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR